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Una mujer nicaragüense de 37 años fue víctima el pasado domingo de madrugada de un robo y de una presunta agresión sexual en la zona de Madrid Río, situada cerca de la Glorieta de Cádiz del distrito madrileño de Usera. La mujer fue atendida por agentes de la Policía Municipal y de la Policía Nacional que solicitaron una ambulancia del Samur para asistirla. Fue trasladada al Hospital 12 de Octubre, donde se activó el protocolo por agresión sexual. Posteriormente, era conducida hasta las dependencias de la UFAM (Unidad de Familia y Mujer) que inició las diligencias del caso.
La Policía Municipal recibió el pasado domingo sobre las 05.20 horas el aviso de una agresión sexual en la calle. Se trataba de una mujer que había acudido andando hasta la Glorieta de Cádiz, cerca de uno de los accesos a los túneles de la M-30.
Una vez personados en el punto, los agentes encontraron a una mujer llorando con signos de haber sido arrastrada por la vegetación y en estado de shock.
La mujer contó a los policías que antes de la agresión sexual sufrió el robo de su teléfono móvil cerca de Madrid Río, tras despedirse de unas amigas. Agregó que llamó a la Policía Nacional y que acudió un coche patrulla que le explicaron que debía denunciar los hechos en la comisaría. Cuando los uniformados se fueron, se acercó un hombre a la mujer que se ofreció acompañarla a la comisaría para interponer la denuncia.
La mujer aceptó y el hombre le dijo que la iba a guiar hasta la comisaría más cercana. Cuando ambos cruzaban el puente de Legazpi, en las inmediaciones de Madrid Río, el hombre la amenazó con matarla, la agarró del cuello y la empujó al suelo. A continuación la violó. Tras cometer la agresión sexual, le quitó también las tarjetas de crédito, el dinero y la documentación.
Poco después la mujer comenzó a andar hasta llegar a una tienda abierta en la Glorieta de Cádiz, donde pidió ayuda y la auxiliaron.
Los agentes de la Policía Municipal fueron los primeros en llegar tras la llamada del dueño de la tienda. Mientras era trasladada al hospital, los agentes acudieron al lugar donde se produjo la violación para acotar la zona y preservar posibles pruebas.
A tenor del relato de la víctima, el presunto agresor sexual es un hombre de «raza negra, latino y con el pelo alborotado».